Palau Sant Jordi

Proyectado por el arquitecto Arata Isozaki, las obras comenzaron en agosto de 1985 y se inauguró en septiembre de 1990, en el nivel inmediatamente inferior al Estadi Olímpic en la Anella Olímpica de Montjuïc. Arquitectónicamente, el Palau Sant Jordi está considerado una obra pionera en cuanto a diseño y estructura, lo que coadyuva a que sea una de las instalaciones más emblemáticas de la Barcelona Olímpica. Durante los Juegos Olímpicos de Barcelona’92, el Palau fue la sede de la competición de gimnasia artística, las fases finales de voleibol y las finales de balonmano.

Dispone de dos espacios diferenciados, uno es el palacio principal con un aforo para 15.000 personas sentadas, cubierto por la cúpula que caracteriza su forma exterior, y un pabellón polivalente. Esta distribución facilita la organización de actividades simultáneas. El edificio de servicios conecta las dos zonas a la vez que actúa como núcleo de comunicaciones principal del Palau. Dentro de su sofisticación técnica destaca el sistema de ventilación, constituido por ocho motores que renuevan el aire del interior, además de un sistema de climatización clásico para garantizar la confortabilidad, todo supervisado mediante un sistema de control central.

La polivalencia del Palau Sant Jordi permite que en él se den competiciones deportivas diversas: contiene una pista de atletismo de 6 calles, 200m de cuerda, una pista de hielo y desde 2003 una piscina olímpica inaugurada para acoger el campeonato mundial de natación. También es escenario habitual de multitud de actividades recreativas y culturales.