Sanidad

En materia sanitaria, la primera actuación del COOB’92 fue la elaboración del Plan de asistencia sanitaria olímpica (PASO’92), el cual se hizo siguiendo los criterios vigentes y establecidos por el mismo CIO, como por el código médico establecido por la norma 48 de la Carta Olímpica.

Así, se constituyó una comisión interinstitucional entre las instancias de salud pública de la Generalitat, el Ayuntamiento, el Estado y el Comité Olímpico Español. Se organizó un Centro Médico Coordinador específico para la fase de los Juegos desde donde se gestionaron cinco áreas básicas: asistencial, urgencias y transporte, servicios generales, controles médicos y salud pública, y los laboratorios olímpicos encargados de las pruebas antidopaje.

El despliegue médico era diferenciado entre unidades médicas deportivas destinadas a atender a los participantes, y no deportivas para la población en general. Se dispuso de la existencia de tres policlínicas para las villas olímpicas, además de los preparativos específicos de cada hospital. En su conjunto se destinaron 2.541 recursos humanos a la atención médica para deportistas y 1.392 al refuerzo de la atención médica para el público en general. Todo el personal médico fue formado específicamente en medicina de urgencias y medicina deportiva, tal y como requiere un gran evento de estas características. En el transcurso de los Juegos se realizaron un total de 15.706 asistencias médicas.