Medios de comunicación

Los medios de comunicación durante la XXV Olimpiada continuaron ampliando el creciente protagonismo experimentado durante los Juegos Olímpicos, edición tras edición. Para atender las necesidades de la prensa, la radio y la televisión, se constituyó el organismo de Radio y Televisión Olímpica de Barcelona’92 (RTO’92) que canalizó los 101,57 millones de euros (16.900 millones de pesetas) de inversión con este objetivo.

La atención a los periodistas y profesionales gráficos se focalizó con la creación del Centro Principal de Prensa situado en el Centro de Medios de Comunicación, en el recinto ferial de Montjuïc, donde también estaba el Centro Internacional de Radio y Televisión, con una extensión total de casi 100.000 metros cuadrados.

Además, cada área deportiva se equipó con un centro específico para que periodistas y profesionales de los medios desarrollaran la cobertura de los Juegos. En concreto el RTO’92 otorgó acreditaciones a 140 radios y televisiones, lo que implicó 1.500 posiciones de comentarista, una cifra que casi duplicaba la de los Juegos anteriores.

Miquel de Moragas y Spa (1992) consideró los Juegos de Barcelona’92 como Los Juegos de la Comunicación, en un artículo publicado poco antes de su celebración. Esto se explica gracias al fuerte crecimiento de los ingresos por derechos de televisión y la expansión definitiva de las políticas de patrocinio por venta de la imagen corporativa del gran evento. Durante la XXV Olimpiada, el sistema mediático de los Juegos Olímpicos dio otro paso más hacia el protagonismo esencial que los medios de comunicación están teniendo hasta la actualidad.